Hasta que, al final "cuando le han sacado todas las exclusivas que ha dado en las que ha hablado de sus enfermedades", la odontóloga ha llorado "como una loca" y es cuando "Jesulín se ha acercado a ella y le ha secado las lágrimas".El tribunal sentenció la absolución de Kiko, porque se ha demostrado que Campanario se ha lucrado con su enfermedad.